De cómo logré independizarme y viajar a Europa en el mismo año
- Vale Ibarrola
- 17 abr 2019
- 5 Min. de lectura

El ahorro no es una práctica de gente coda, ni mucho menos de personas que no disfruten la vida.
Y para demostrarte eso, hoy voy a platicarte como fue mi propia experiencia en el 2017, un año de grandes cambios para mí, en donde decidí salir de casa de mis papás para vivir sola (Completamente sola) y además logré viajar a Europa, todo con unos meses de diferencia.
La verdad es que yo siempre tuve claro que quería vivir sola en algún punto de la vida y antes de vivir en pareja. Esa fue una meta que siempre estaba en mi cabeza, pero por una cosa o por otra y generalmente por temas financieros, decidía posponer esa decisión y no ponía una fecha límite para hacerlo. Aunque siendo sincera, de cierta forma, el momento de mi cumpleaños 30 siempre estaba presente.
Por azahares de la vida, una persona que me ha ayudado mucho en mi crecimiento personal y espiritual, dejaba su departamento y necesitaba a alguien de confianza que lo pudiera tomar en menos de un mes...
Y así fue, esta decisión que pospuse por años, ahora se ponía frente a mí de tal forma que no le pudiera dar la vuelta, era el momento.
Después de evaluar mis finanzas, de hacer algunos ajustes en gastos que yo sabía que no eran necesarios, me di cuenta que podía con el cambio y con los gastos que se vendrían de ahora en adelante. Así que lo tomé y en menos de un mes ya estaba instalada en mi primer departamento de soltera.
No te voy a mentir, los primeros meses no fueron fáciles, pero tampoco imposibles. Tuve que aprender a administrar mi dinero de tal forma que siempre tuviera mi fondo de emergencia para la casa. A esa fecha, no estaba acostumbrada a pagar todos los servicios de una casa y especialmente a pagar por arreglos necesarios.
¿Y cómo lo logré? Bueno, pues fui súper clara conmigo misma sobre cuales eran mis prioridades del momento y mantener mi casa siempre estaba en los primeros lugares. Así que, decidí renunciar a ciertos gastos como el gimnasio, y no es que haya dejado de hacer ejercicio, sino que comencé a hacerlo en mi propia casa con algunas cosas que ya tenía y muchos videos de Youtube. También renuncié durante mucho tiempo a comprar comida en el trabajo y comencé a prepararla todos los días, aunque fuera algo súuuuper sencillo, pero ya no gastaba todos los días en comida y fue ahí encontré una de las principales fuentes de ahorro.
Otra cosa que apliqué y que a la fecha sigo haciendo, es vivir sólo con lo necesario. No compré muchos muebles, inicié sólo con mi cama y algunas cosas prestadas y poco a poco he ido amueblando, pero aún ahora no tengo muchas cosas. Y es que personalmente, creo que no necesitamos tanto para vivir felices y sentirnos a gusto en nuestra propia casa, yo soy feliz con tener lo necesario para recibir a algunos amigos y el resto del tiempo la verdad es que hay espacios de la casa que no uso mucho.
En fin, para no hacer esta historia muy larga, luego como de tres meses en los que ya por fin me sentía adaptada y en equilibrio entre mis finanzas y la nueva vida de soltera, ¡Sorpresa! unos amigos en España me invitan a visitarlos y de nuevo, la oportunidad se puso frente a mi y decidí tomarla.
Lo primero que hice fue comprar mis vuelos, para lo que aproveché una promoción de mi tarjeta de crédito para pagarlos a meses, los justos antes de irme. Con esto, me gustaría darte una de mis reglas de oro de finanzas para viajes:
Puedes pagar en todas las cuotas que quieras tus vacaciones, pero jamás llegues al día de viaje debiéndolo.
En el momento que tu pises el avión, tu viaje ya deberá estar cubierto y los únicos gastos pendientes serán los naturales de alimentos, tours o regalitos.
El día que compré mis vuelos, vino una nueva etapa de reajuste en mis gastos. Yo quería viajar tranquila y sin estarme limitando, así que para vivir ese momento futuro a gusto, tocaba ajustarme ahora. En resumen, dejé todo aquello que realmente no necesitaba, renuncié por completo a comprar ropa, accesorios, maquillaje y cualquier gasto hormiga. Otros gastos, decidí reducirlos al mínimo, como las comidas fuera, en las que sólo me permitía un número máximo al mes.
Ajusté mi presupuesto al mínimo indispensable para incrementar la partida de ahorros lo más posible y esto me permitió estar tranquila cuando vinieron los imprevistos, como una fumigación de emergencia en mi casa.
Y así pasaron los meses, poco a poco fui comprando lo necesario para mi viaje. Todos los hospedajes fuera de casa de mis amigos fueron en hostales, los aviones o trenes necesarios los compré con varios meses, armé una ruta de ciudades a visitar y en cada una investigué los días gratuitos de los museos o los descuentos que ofrecían. También descubrí que hay recorridos casi gratuitos en la mayoría de las ciudades, en los que das una cooperación voluntaria y te llevan durante casi tres horas por los principales atractivos de la ciudad, eso sí, ¡Caminando mucho!
Ya más adelante haré un post enfocado en cada uno de estos temas para darte los tips necesarios de cada uno. Lo importante ahora es que encuentres en el ahorro un aliado y no un enemigo.
Una de los principales aprendizajes que obtuve con estas experiencias, es que podemos vivir con mucho menos de lo que pensamos.
Entre una y otra meta, estuve aproximadamente un año sin comprar nada de ropa y accesorios, de verdad nada, y me di cuenta que ¡Ni lo necesitaba! soy muy cuidadosa con mi ropa y las prendas que uso para el día a día no varían tanto.
Así que descubrí una nueva forma de vida, sin proponérmelo empecé a ser minimalista, ya tengo un post al respecto, pero también haré uno sobre mi propia experiencia.
El día que volví a ir de compras, fue porque ya de plano necesitaba renovar unas prendas y me sentí súper rara, hasta un poco agobiada con tanta cosa jaja.
En fin, esta fue mi experiencia en un año de ahorro intenso y gastos limitados, que la verdad nunca me hicieron sentir personalmente limitada. Como yo tenía bien clara la meta de mi viaje, siempre pensaba en eso y ni siquiera me pesaba renunciar a las cosas que te conté, mi principal motivante era ese viaje y todo lo demás era poco comparado con la ilusión que Europa me provocaba.
Espero que con esta historia logres animarte aún más a comenzar o incrementar tus ahorros, créeme, lo difícil es empezar pero ya que estás en el camino, sólo querrás que hacer crecer tu cuenta.
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